La Primera Comunión es uno de los momentos más importantes para una niña en su todavía corta vida. La época en la que se realiza tiene mucho significado, pues de algún modo supone la transición de la infancia a la adolescencia.

Este reportaje de comunión en la playa de Zahara desplazó a Irene y su familia hasta la costa gaditana. Los protagonistas escogieron una localización al aire libre y en plena naturaleza para imbuirse de esa sensación de amplitud y paz.

La luz, siempre presente en estas sesiones

Tomar fotos de Comunión supone un reto para un profesional de la fotografía, pues hay que trabajar con niños que no siempre están habituados a posar frente a un objetivo e incluir a otros miembros de la familia en la sesión.

Por suerte, Irene y sus familiares nos hicieron el trabajo mucho más cómodo, y la muestra de ello es este reportaje de comunión en la playa de Zahara, donde la luz aparece como gran protagonista.

Acudir hasta un espacio natural como la playa para una sesión de este tipo no es una decisión casual, sino algo muy meditado y que tiene siempre el visto bueno de la familia. El juego que se le saca a las olas golpeando las piedras y rompiendo en la orilla, la línea del horizonte o las sombras según avanza el día facilitan mucho el objetivo: conseguir unas fotos de Comunión originales.

Irene, un regalo para la cámara

En estas condiciones agradables de luz y la meteorología, lo único que queda por conseguir para obtener un buen reportaje de comunión es la predisposición de los modelos. Irene y su familia cumplieron con su cometido a la perfección.

En todo momento se mostraron muy implicados en la sesión y siendo conscientes de que su espíritu para lograr un buen resultado era clave. El mejor testimonio de lo bien que lo hicieron lo dan las imágenes. ¡Esperemos que os gusten tanto como a ellos!

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Sed Felices!!

Mary Guillén Fotógrafa

Reportaje de Comunión de Irene.