Monasterio de Santa María la Real: José y Elisa
Monasterio de Santa María la Real: José y Elisa
La personalidad, sentimientos y emociones de una pareja deben recogerse en la imagen. Por un lado, deben ser capaces de transmitirlos. Por el otro, el del profesional de la fotografía, hay que saberlos captar. El resultado será entonces tan bueno como en el caso de José y Elisa y su gran boda en el Monasterio de Santa María la Real
Una bonita ceremonia en el Monasterio de Santa María la Real
Ya antes de la ceremonia tanto él como ella nos habían hecho pasar muy buenos ratos durante los preparativos. Estaban felices, y lo recogimos en imágenes emotivas unas, divertidas otras.
El lugar elegido para la ceremonia fue el monasterio de Santa María la Real de Sevilla. Es la ciudad que ha visto crecer su amor, siendo él trianero y ella sevillana de adopción, aunque nacida en Zafra.
Iban radiantes. Ella con un sencillo vestido blanco de cuello de pico y drapeado y él con un elegante chaqué negro, con corbata y tirantes de lunares que dieron el toque folclórico al look.
Momentazos en Hacienda los Ángeles
La celebración se trasladó posteriormente a la Hacienda Los Ángeles de Alcalá de Guadaira, que ofreció mucho juego entre interiores y jardines para las fotos. El atardecer caía entre los árboles y la frondosa vegetación de su jardín, que acogió el banquete, y los primeros faroles se encendían en una ambientación de lo más romántica. Se sumaba la complicidad de una pareja que nos dejó fascinados.
El ángel que acompañaba a ambos en un día tan especial enchufó desde el primer momento a sus familiares y amigos, que se mostraron tan divertidos como ellos. ¡Incluso mantearon a la novia!
«Tú, más que nadie, mereces ser feliz», ese era el lema del enlace. Y no podía venir mejor.
Postboda sureña en Tarifa
Los novios eligieron para la postboda ese paraíso entre snob y hippie-chic que representa Tarifa en la actualidad. Un rincón que posee la belleza del litoral andaluz, con casas blancas de cal y playas vírgenes.
Ya en un ambiente más distendido, desprendidos de los nervios de la boda, los novios nos siguieron deleitando con sus ocurrencias y espontaneidades. Como siempre, ambos volvieron a vestir sus atuendos de boda, aunque ya en una jornada más informal, ella se soltó su bonita melena rojiza, e incluso combinó el vestido con una chaqueta vaquera en la playa, un look de lo más adlib. El viento que suele soplar en la localidad gaditana se convirtió en un aliado.
¿Qué os parecen las fotos?
Espero que os gusten tanto como a mi hacerlas, desde aquí desearos la mayor felicidad del mundo, porque os la merecéis!
Sed Felices!!
Mary Guillén Fotógrafa.
Monasterio de Santa María la Real