Boda Javi El Arrebato y Rocío

Boda Javi El Arrebato y Rocío

La boda de Javi El Arrebato y Rocío demuestra por qué es necesario celebrar. Una relación sólida que ha vencido el paso del tiempo, que ha visto crecer la familia y que se ha rodeado de buenos amigos, ¿no son razones más que suficientes para el festejo?

Rocío y Javi lo tuvieron claro y quisieron contar con Mary Guillén, que es amiga personal de la pareja. Así fue como lo vivimos.

La boda de Javi El Arrebato y Rocío: mucho que celebrar

La compuesta por Javi y Rocío es una pareja llena de complicidad, de esas que forman un gran equipo porque su relación está construida sobre una base fuerte de amor y respeto. Poder compartir tu vida con tu mejor amigo, sin duda, es motivo de celebración.

Al margen de los éxitos profesionales, son gente sencilla y cercana, afable, de las que saben valorar los buenos momentos por encima de todo. El mismo Arrebato le suele cantar a las relaciones personales y a lo mucho que aportan frente a las cosas materiales con las que nos hacemos, bajo la pretensión de falsa felicidad.

Una pareja así no podía más que rodearse de una familia bonita a la que van crecer día tras días, y de amigos con los que comparten su felicidad.

Entre lo flamenco y lo bohemio

El 25 aniversario proporcionó la excusa perfecta para pasar un día por todo lo alto, para juntar a todos esos seres queridos. Rocío y Javi escogieron la Hacienda Pino La Legua y, ya que se pusieron, no querían que faltara de nada.

Ambos estaban guapísimos, ella con su vestido cuajado de flores y pedrería, él con su traje en tonos claros. El blanco fue uno de los hilos conductores, y la buena acogida que tuvo la idea entre los invitados, junto a la decoración, contribuyó a recrear un ambiente muy tropical, con aires thai.

Y es que su boda fue muy ecléctica. Fue flamenca porque el arte va en el ADN de la pareja, fue original por el espectáculo de malabares con fuego, y fue tradicional porque rindieron homenaje a sus raíces. Al anochecer se hizo bohemia, enmarcada bajo un cielo de bombillas contrastando bajo el negro.

Las emociones afloraron en todo momento, por supuesto: son muchos recuerdos. De cuando la pareja empezó, de cuando nacieron sus hijos, de los buenos momentos profesionales, de los no tan buenos, de aquellos que ya no están… Ninguna pareja debería renunciar a la posibilidad de revivir todo eso, de celebrar todo aquello que han construido junto a quienes les han acompañado en el camino.

¡A por muchos años más, pareja!

 

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Sed Felices!!

Mary Guillén Fotógrafa

Boda de Javi El Arrebato y Rocío